El difícil entorno económico supone una prueba de fuego para las empresas españolas del metal. Pouey International propone diferentes soluciones para identificar los riesgos de impago y herramientas alternativas para conseguir tesorería.
Corren tiempos complicados para el sector del metal en España. El fuerte encarecimiento de los costes energéticos provocado por la guerra de Ucrania es demoledor para estas empresas. Pero también se enfrentan a problemas heredados de las medidas draconianas puestas en marcha por los gobiernos para hacer frente a la pandemia del Covid 19, como el parón de los altos hornos, y a una serie de distorsiones que han ido aflorando en un contexto macroeconómico y geopolítico plagado de tensiones no vistas en décadas: los costes disparados por una inflación pegajosa, los cuellos de botella en la cadena de suministro, la escasez de materias primas y la falta de empleados en distintas áreas.
Con estas coordenadas, la confianza empresarial flaquea al mismo tiempo que proliferan señales preocupantes. Los procedimientos de concurso habían aumentado un 15% hasta septiembre de 2022 en comparación con el mismo periodo del año anterior, y las disoluciones se habían incrementado en un 11%. El gigante siderúrgico ArcelorMittal, por ejemplo, anunció un recorte del 17% de su producción en la Unión Europea. Hay decenas de millones de inversiones pendientes en líneas modernas. Se calcula que está en peligro la supervivencia de unas 300 empresas del sector en Francia. Y se ha recortado la producción de aluminio en un 50% cuando se estima que su consumo será un 50% superior al actual de aquí a 2050.
Esta compleja situación se puede abordar con medidas transitorias como el mecanismo ibérico para limitar el precio del gas y rebajar el coste de la electricidad vigente ahora en España; estrategias a largo plazo como la transición energética; actuaciones en el ámbito laboral como las subidas de sueldos que no solucionan a medio plazo los problemas de formación y empleo; y decisiones de corto alcance como el conservatismo en política de compra/suministro.
¿Hay otras vías de acción que proporcionen a las compañías del sector un margen de maniobra más directo e inmediato?
Así lo cree Pouey International, firma líder en materia de gestión del riesgo, presente en España desde hace más de 10 años.
La importancia del control de la tesorería y la gestión de deudores
A la hora de abordar la gestión de tesorería es fundamental identificar los riesgos para poder anticiparse a ellos. Los más recurrentes en las empresas del sector del metal son la deuda, el abastecimiento, la tesorería y la rentabilidad. Hay que tener en cuenta que la deuda a largo plazo con los bancos se amortiza con la rentabilidad operacional, y que la contraída a corto plazo se puede aplazar. Pero «la deuda con proveedores depende de cómo cobran las empresas», comenta Pierre Lemarquier Director de Operación de Pouey.
Los plazos de cobro representan el principal riesgo en la tesorería, en particular los retrasos en los pagos de los clientes y en la recepción de subvenciones. Por otro lado, es importante comparar la rentabilidad de la empresa con la de compañías similares y en el sector, así como estudiar qué nivel de pérdidas es aceptable. Según una encuesta sobre la evolución del sector llevada a cabo por Pouey International, el periodo medio tanto de cobro como de pago de las empresas españolas del sector se sitúa por debajo de la media europea. Muchas empresas no aplican una correcta gestión del riesgo a clientes, lo que provoca un descontrol de los impagados que es uno de los problemas de gestión empresarial que más impacto tiene en la continuidad del negocio. De ahí que el control de la tesorería y la gestión de los deudores sean clave en la situación económica actual.
Consejos prácticos para minimizar los riesgos del negocio
Franck Lemoine, Director Ventas & Marketing de Pouey International explica que «Un adecuado uso de la información financiera puede evitar un impago que deteriore la tesorería. Por esta razón se recomienda arbitrar las decisiones financieras con agudeza, teniendo en cuenta la situación actualizada y real de los proveedores de la empresa, clientes y competidores.» La contratación de seguros puede ser de gran ayuda si se hace para cubrir las operaciones con los clientes, para ser indemnizados en caso de impago o para tener menos impacto en la tesorería con plazos cortos de indemnización.
Con este propósito, Pouey International ofrece la solución mediante el seguro de crédito Serenitas que garantiza financieramente entre el 70% y 80% de los clientes rechazados, limitados o anulados por las compañías de seguro de crédito tradicionales, asegurando la indemnización de deudas no cobradas (al 100% sin Iva). Esta herramienta ofrece hasta 300.000 euros de riesgo comercial por cliente y funciona como complemento al seguro de crédito preexistente que se aplica a casos individualizados (tanto los localizados en España como en el extranjero) y no necesariamente para el conjunto de la cartera de clientes de una empresa.
Asimismo, dicha prestación lleva asociados varios servicios, tales como informes fiables y personalizados sobre la solvencia de los clientes en cuestión, financiación sin recurso a medida de las facturas, seguimiento contable y cobro amistoso incluido.
Finalmente, aconseja apoyarse en un equipo de profesionales expertos en recobros lo que contribuirá a preservar las relaciones comerciales. «Las mejores empresas no son las que más facturación tienen, son las que mejor gestionan el cobro», comenta Lemarquier.
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Este texto ha sido desarrollado por UE Studio, firma creativa de branded content y marketing de contenidos de Unidad Editorial, para POUEY.
